El 1 de enero de 2021 se realizaron los actos religiosos de la apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela con motivo de la ceremonia de inicio del Año Santo Jubilar Compostelano (Año Xacobeo), y en ese momento el nuncio apostólico enviado por el Papa Francisco anunció la promulgación del decreto por el que los beneficios religiosos del jubileo se prorrogan durante el año 2022 debido a las circunstancias especiales de la pandemia del covid-19.

Tanto la Xunta de Galicia, como el Concello y el Arzobispado de Santiago de Compostela han acogido con entusiasmo la noticia y han agradecido al Papa la ampliación del Año Santo, que por primera vez durará dos años en lugar de uno.

Esto significa que la Puerta Santa de la Catedral de Santiago permanecerá abierta hasta el 31 de diciembre de 2022, y son muchos los que insinúan la posibilidad de que el Papa Francisco decida visitar Santiago de Compostela antes de esa fecha, ya que él mismo expresó su voluntad de visitar Galicia en cuanto se lo permita la situación sanitaria.

La Penitencia Apostólica promulgada explica la prórroga del Año Jubilar a 2022 "teniendo en cuenta la pandemia covid 19, tratando de evitar aglomeraciones, prohibidas o no aconsejadas, buscando la gloria de Dios y del Apóstol Santiago, patrón celestial del Reino de España, y procurando el consuelo espiritual de los fieles".

Durante el acto de apertura de la Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela, que duró casi cuatro horas, se dieron los famosos 3 golpes de martillo y se celebró la eucaristía en la que los asistentes pudieron ver volar el botafumeiro por segunda vez desde la reinauguración. En la ceremonia se leyó el mensaje del Papa Francisco, en el que citando a Machado, se refirió al Camino de Santiago y a la experiencia de caminar por la vida como “una experiencia existencial en la que la meta es tan importante como el camino mismo”, apelando siempre a ir “ligeros de equipaje, sin apegos y vivir en continua tensión hacia ese anhelado encuentro con el Señor”. El Papa llamó a la peregrinación a la tumba del Apóstol y la definió como “una llamada a la misión, a convocar a todos a esa patria hacia la que avanzamos”.